El Supermercado de la Aldea Sylvanian siempre tiene productos deliciosos. El dueño, Perkin, Papá Gato Gris, es famoso porque siempre encuentra alimentos buenos para comer.
Un día Perkin escucha comentarios sobre unas setas muy raras pero también muy sabrosas, y decide ir a la montaña para encontrarlas. “No llegaré hasta tarde”, dice a Austin, el Hermano Gato Gris y Zara, la Hermana Gata Gris.

“Cuidad de la tienda por mí hoy”.
Cuando oyen esto, Freya, la Hermana Coneja Chocolate y Rafael de la Nuez, el Hermano Ardilla de la Nuez levantan sus manos.
“¡Nosotros queremos ayudar! ” exclaman.
Siempre han querido ayudar en el supermercado. Después que Perkin haya marchado, Holly, la Mamá Gata Seda llega al supermercado.

“¡Bienvenida! ” saludan Freya y Rafael. Como Holly mira alrededor la tienda, corren delante de ella.
“¿Quieres verduras frescas y buenas? ” pregunta Bell.
“El pan está recién salido del horno, ya lo sabes”, dice Rafael.
Holly vuelve a su casa con toda clase de comestibles.

“Ha comprado muchas cosas que le he recomendado”, dice Freya.
“Compró más de las cosas que yo le recomendé”, discute Rafael de la Nuez.
Y deciden comprobar quien vende más.
Viéndolos, Zara mueve la cabeza.
“Vaya...” dice y luego se queda en silencio.
“Seguro que Freya puede vender mucho” , piensa Rafael.
“¿Qué puedo hacer? ”

Ahora Hilda, Mamá Hámster, entra con sus gemelos. Tiene un día duro porque debe cargar con peso mientras empuja el carrito de los niños. Rafael tiene una idea.

“¡Ya sé! ¡Cargaré con las cosas que ella compre! ”
Como una ardilla, Rafael es rápido y activo, por tanto esto es perfecto para él.
“¡Si me lo compras a mí, te lo llevaré todo yo mismo! ”
“¡Sí, por favor!” afirman los clientes, y todos van hacia Rafael.
“¡Esto es una idea estupenda! ” dice Rafael, que ahora está muy ocupado.

Freya, por otra parte, piensa, “me gusta cocinar, así que voy a aprovecharlo para hacer publicidad.”
Decide utilizar la comida del supermercado para preparar cosas dulces que puedan probar los clientes. Expone en el mostrador tartas y otros dulces de aspecto sabroso.
“Por favor pruébelos”, dice Freya.
“Todo se ha preparado con la comida de este supermercado”.

Pronto el supermercado se llena de clientes, y Freya está ocupada cocinando.
“¡Bravo, gano! ” sonríe mientras anda ajetreada.
Así que al principio los dos tienen muy buenos resultados.

Pero al rato, Rafael tiene tantas cosas que entregar que empieza a confundirse.
“Déjeme ver... zanahorias para los Conejos Blancos, maíz para los Chihuahuas.. ¿qué más había? ”
Los Osos reciben pescado cuando esperaban patatas, y los Ciervos Rojos sólo consiguen uno de sus tomates. Cada vez hay más errores, y finalmente los gritos de Rafael,
“¡No puedo con todo!”

Mientras tanto, todos están contentos con lo que Freya ha preparado, pero se acaban los ingredientes, y no hay nada más para vender a los clientes que los piden. Sólo puede decir, “lo siento, todo está vendido” y se despide de ellos con las manos vacías.

Rafael y Freya lo han intentado con demasiado empeño, y todo que han conseguido es causar problemas. Más tarde, mientras limpian, Freya y Rafael piden perdón a Austin y Zara.
“No deberíamos haber tratado de competir el uno contra el otro”, dice Freya.
“Siento que hayamos causado tantos problemas”, dice Rafael.

“Está bien. Los dos lo intentaron con empeño”, dicen Austin y Zara, tratando de animarlos, pero de nada sirve.

“Echar una mano en el supermercado fue un error. Nunca nos dejarán hacerlo otra vez”, piensan Freya y Rafael tristes mientras regresan a sus casas.
Pero al día siguiente Zara tiene una sorpresa para ellos. Les dice que el supermercado está lleno de clientes que quieren sus productos entregados o esperan a probar la comida. Las ideas de Freya y Rafael de entrega a domicilio y degustación han tenido mucho éxito.

“Así que podéis volver y echar una mano en el supermercado otra vez”, dice Zara.
Freya y Rafael están encantados.
“¡Claro! Nos gusta mucho el supermercado”, responden.

FIN