Un buen día, la Familia Conejos Chocolate sale a dar un paseo en coche. Les gusta la historia y leyendas de la Aldea Sylvanian.
Visitan todos los lugares de la aldea con importantes historias y leyendas.
Freya, la Hermana Coneja Chocolate y Coco, el Hermano Conejo Chocolate se divierten mucho en lugares como el Puente Mágico/de las Hadas o el Bosque del Eco.
“¡Oh! ¿Crees que podremos ver hadas aquí?”
“Intentemos encontrar el árbol que hace Eco cuando das golpecitos en el tronco”.
La única vez que escuchan a Teri, la Mamá Coneja Chocolate, es en el Jardín de Las Flores.
“Dicen que en la Aldea Sylvanian hay una flor para el mes que se nace y que trae la felicidad. Cada Bebé nacido en el pueblo tiene un ramo de esas flores de parte de todos los aldeanos”.
La última parada de la Familia Conejos Chocolate es la Cabaña Museo, que fue la primera construcción del pueblo. Los utensilios y los muebles antiguos se conservan cuidadosamente.
Mientras Frasier y los demás están observando el paisaje, Freya y Coco suben hasta el desván.
“Me pregunto si los niños en los viejos tiempos jugaron al escondite en este desván”, dice Coco.
En una esquina, ven algunos nombres grabados en la pared.
“Supongo que los niños en el pasado también solían garabatear en las paredes”, comenta Freya.
I para divertirse, los dos hermanos escriben también sus nombres en la pared. Lo hacen como si fuera una broma sin importancia, pero...
“Ayer fuimos de paseo y nos paramos en el museo”, explica Freya al día siguiente a sus amigos en la escuela y Andromeda, la Hermana Osa le dice algo.
“Dicen que la gente que construyó esa casa grabó sus nombres en la pared del desván. Es muy importante”, destaca.
¡Cuando lo saben, Freya y Coco se horrorizan!
No tienen humor para estudiar más.
Todo el día en la escuela y después, cuando regresan a casa, continúan preocupándose.
“¡Arruinamos algo importante!”
“No parece que los dos estéis muy contentos”, comentan su padre y su madre.
“¿Qué pasa?”
Pero los dos niños no son lo bastante valientes como para explicarles.
No tienen ganas de jugar con sus amigos, y al poco rato se retiran para quedarse en sus cuartos.
De repente sus padres les proponen, “Vamos a dar un paseo. ”
No tienen otra opción, sólo entrar en el coche. Su padre y su madre hablan como de costumbre, como si no notaran que los dos niños están silenciosos y tristes.
Contemplando el paisaje, Freya y Coco comienzan a relajarse un poco.
Viendo los rincones del pueblo que les gusta, piensan en sus amigos, y poco a poco comienzan a tener ganas de explicar lo sucedido.
“Papá. Mamá”.
De repente los dos se desahogan con la historia de grabar sus nombres en la pared del Museo.
El padre escucha atentamente.
“Bien”, dice suavemente.
“Nos acercaremos todos a la casa del alcalde y le pediremos perdón”.
La madre está de acuerdo.
“¡Gracias, papá! ¡Gracias, mamá!”
Freya y Coco sonríen por fin, y dan una vuelta en coche hacia la casa del alcalde.
Sin embargo, están nerviosos por la vista al alcalde.
Cuando llegan hasta la casa de la Familia Osos, Freya y Coco están casi a punto de llorar.
“¡Lo sentimos mucho, Sr. Porridge!”
“En la Cabaña Museo, nosotros. ”
Y le cuentan la historia entera.
Sin embargo Patrick, Papá Oso, sonríe.
“Siento reírme”, les dice feliz.
“Es bueno que hayáis venido a explicármelo, pero no tenéis por qué preocuparos más. No es tan importante. Para deciros la verdad, yo también grabé mi nombre en esa pared cuando era un niño. Acabo de recordar esta historia para contarla a mis niños. Eso nos hace cómplices de la misma falta, ¿verdad?. Por lo tanto, podemos guardarlo como un secreto entre nosotros”.
“¿Cómo? ¿Es en serio?”
Aliviada, toda la familia Conejos Chocolate comienza a reír.
“Pero no quiero que se metan en más problemas”, propone Patrick.
“No lo haremos”, contestan los niños obedientes.
Los niños lamentan lo que han hecho, pero también están un poco orgullosos de formar parte de un secreto de la Aldea Sylvanian.
FIN
AVISO
Las fotografías se preparan especialmente para representar las diferentes historias.
Algunos de los accesorios son arreglos puntales sólamente para las fotografías y no están disponibles para su venta.
Es posible que algunos accesorios de las figuras no puedan encajar tal y como se muestra en las fotografías.